No es algo nuevo hablar de la enajenación del cuerpo, Marx, Engels, Feuerbach, por nombrar algunos filósofos, han tratado el tema de manera profunda. Para aquellos que no están familiarizados con tal cuestión, permítanme darles un panorama.
Enajenar significa, en palabras sencillas, “sacar de sí a una persona”. En el siglo XVl el capitalismo se acentuó como sistema económico en Europa y a mediados del siglo XVlll alcanzo su punto máximo con la revolución industrial.
El capitalismo es un sistema económico donde una minoría de personas aporta capital, montan empresas, fabricas etc., reclutan mano de obra pagándoles un sueldo mínimo acordado y todo el dinero, ganancias generadas en la empresa o fabrica, van a parar a manos de pocos, estos son los que aportaron capital para abrir o crear dichas empresas. Así se enriquecen aquellos dueños explotando a los trabajadores, quienes son enajenados, utilizando solamente sus habilidades, fuerza o capacidad, para crear los productos. Al final dichos productos se presentan como algo externo a los trabajadores, sin embargo, fueron ellos quienes intervinieron en la creación o fabricación de tales mercancías. (Este principio es inherente a cualquier tipo de empresa, incluyendo aquellas que ofrecen servicios).
Todos sabemos que el sistema capitalista, en cuanto a sistema económico, es el reinante en el mundo. Las sociedades actuales están construidas e influenciadas por él, a raíz de esto aparece lo que se conoce como “hombre cosificado”, quien es el ideal en la cultura contemporánea. Esto es, una persona posee valor o status en la sociedad, por lo que hace.
Veamos un ejemplo:
Cuando se presenta a una persona lo primero que se dice de él, es el nombre y a continuación la profesión. Se nos dice “el es el señor X, es médico”.
¿Qué tiene que ver la profesión con lo que él es? ¿Acaso el nació medico?
Generalmente se confunde el “Hacer” con el “Ser”, siguiendo con el ejemplo, el señor X es alguien distinto a su profesión, es una persona que mas allá de realizar acciones, posee pensamientos y sentimientos, esto lo convierte en alguien distinto a “medico”, el señor X es un “Ser”. Es imposible definir lo que es “Ser”, pero como diría Wittgenstein, “Lo que no se puede decir se puede señalar”, el señor X posee existencia, pensamientos, razonamiento, se ríe, llora, se proyecta hacia el futuro, ocupa un espacio en el mundo, etc.
“Hacer”, término proveniente del latín “Facere”, está relacionado con praxis, significando “hacer humano”, entonces muestro señor X ejerce la profesión de médico, producto de una capacitación en medicina.
El ejercer la medicina no es algo constitutivo de su “Ser”, sino mas bien, un producto de su capacitación.
Confundir “Hacer” con el “Ser” produce desigualdad social generando discriminación. Como “seres existentes, todas las personas son iguales. Unas no son más que otras.
Recordemos que, “Todos somos iguales ante Dios”
Marcelo Francini
